martes, 5 de noviembre de 2013

Crónica del día 03-11-13

Amigos, con solo el sábado de descanso, tocaba de nuevo una jornada de caza, por fin enlazábamos dos días casi seguidos de cacería. Cuando llega este tiempo, lo que nos gusta es eso, ¡cazar!

Destino estaba como si no hubiera corrido el viernes, sin embargo, Pólvora amaneció mala, (hoy martes, cuando escribo estas palabras, aún sigue mala, tiene los ganglios inflamados.Lo de esta perra es de expediente X). La llevé de cacería, aunque no la iba a correr, pese a que me tiraba en cada liebre que veía.

Fuimos los primeros en llegar al cazadero, eran las 08:00 y poco. La gente tardó en llegar, se empezó cerca de las 09:00, creo que con el cambio de hora y haciendo aún calor como hace al mediodía, se debería de empezar a cazar antes.

Los olivos de Romualdo, como se le conoce a esta zona, no era las más propicia en lo que a cantidad de liebres se refiere. Pensaba esto por las cacerías de años anteriores en este sitio, pero me equivoqué. Conté 39 liebres, pero fue un día muy malo, de esos que salen torcidos desde primera hora. Para que se hagáis una idea, de esas 39 liebres sólo se corrieron 10 y de esas 10 se mató una, ¿el por qué?. Aparte de que algunas no eran engalgadas bien, la mayoría salían muy largas, las liebres estaban movidas del viernes y el aire que se levantaba a veces jugaba a su favor.

La única liebre que se mató la corrieron los perros de mi amigo Jaime. En principio la iban a correr Gorrión y Boli, cachorra que se estrenaba, pero en dos sueltas sin suerte se vio claramente como la perra molestaba al perro jugando con él. Al final y con el permiso de todos, metimos a otra perra, Altanera. A Boli le vino de lujo la carrera, liebre de corta duración, (38 segundos) y primera liebre que corre y muerde, en esos pocos segundos Altanera no desentonó y el macho llegó fácil a liebre.

Las liebres se seguían desaprovechando y el calor se echaba encima, aunque a veces el aire en contra y las nubes que tapaban el sol, daban un respiro....

A las 13:00 horas Destino y Altanera esperaban su turno, pero a las 13:30 decidimos que no corrían. Hacía calor, corrieron el viernes y llevábamos ya unas horas andando. A veces en el afán de querer correr como sea te puede pasar una mala jugada. Amigos, esto es todo, si no pasa nada y el tiempo lo permite, el día 17 corremos de nuevo en el coto. A los que vengan a este sitio, que preparen bien los perritos, ¡que buenas liebres! y encima están movidas, saludos.







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