Hace unos días en
un grupo de Whatsapp administrado por Juanca, entre los muchos e interesantes
debates que se comentan salió la conversación de los machos que habían sido
Campeones de España y terminó en que si Corzo y Cosius eran hermanos o padre e
hijo y en ese momento recordé una historia que me contó José Enrique Martínez y
que quiero compartir con los lectores del blog de galgos.
Leopoldo Ros Torres
era un aficionado al mundo del galgo que revoluciono la crianza del mundo del
galgo y creó una raza que se ha heredado a través de los años, fue el fundador
de la conocida escuela galguera de Torrejón de Ardoz. Leopoldo era propietario
de galgos de canódromo y transmitió sus conocimientos a los galgos de campo,
conceptos que entonces nadie entendía con claridad y que hoy son la base de la
crianza de galgos de competición: perreras individuales (cuando entonces todos
los perros se criaban juntos) para facilitar las atenciones y cuidados de cada
galgo, comida pesada (impensable para aficionados galgueros en la década de los
60-70), entrenamiento sin correr liebres (para la mayoría el único sentido del
galgo era como cazador de liebres en aquel entonces)
Leopoldo además de galgos
también tenía caballos y era normal sentirse atraído por estos animales para
los chavales que iban por las instalaciones de Leopoldo que podían aprender
enseñanzas novedosas sobre galgos y poder montar a caballo, hubo algunos
alumnos aventajados de la escuela de Leopoldo entre los que cabe destacar a José
Enrique y Manolo el Guarda, dos enciclopedias galgueras.
Corzo había sido
Sub-campeón de España y era un semental muy cotizado en la zona centro. Un amigo
de José Enrique tenía una galga blanca buenísima y estaba en celo y los dos
jóvenes decidieron que sería una buena idea echarla a Corzo y sin contar con
nadie y con la valentía y confianza que da la juventud se presentaron en casa
de Leopoldo a cubrir, cuál fue su sorpresa cuando Leopoldo Torres les dijo que no la podía
cubrir, que tenía muchos compromisos y de perras de reatas envidiables y que no
se la podía cubrir con Corzo. Los muchachos llenos de desolación volvieron de
camino a Torrejón de Ardoz. Cuando José Enrique llega a su casa le dice su
padre que ha llamado por teléfono Leopoldo y que se sentía dolido por la
situación y que fueran al día siguiente a cubrir la perra. Sin lugar a dudas la alegría que llevaban los
dos jóvenes al día siguiente a cubrir la perra no tenía nada que ver con la
tristeza del día anterior.
En el parto hubo
pocas hembras y decidieron dar a Leopoldo dos machos uno barcino como Corzo y
otro blanco como su madre, a Leopoldo no le hizo ninguna gracia que no le
dieran ninguna hembra y mucho menos que le dieran uno blanco, un color indigno
de Corzo. Se lo tomo con cierta ironía y como quiera que en aquella época había
un boxeador que se llamaba Cassius Clay que estaba marcando historia por sus
victorias, su peculiar manera de boxear, sus movimientos de piernas,…decidió
poner a un perro Cassius y al otro Clay. Desgraciadamente Clay se calló a un
pozo y se murió y de esa camada solo quedó el blanco que no le gustaba mucho.
Ahora bien, llevar a vacunar de la rabia y hacer la cartilla poniendo nombre
extranjero tiene sus consecuencias, y en este caso fue que al escribir el nombre
del mediático boxeador el nombre “castellanizado” resulto ser COSIUS.
El resto de la historia ya os la conocéis,
ni mas ni menos que CAMPEON DE ESPAÑA en 1970, el galgo blanco que llego por la puerta
de atrás a las perreras y se convirtió en semilla de la línea de
extraordinarios perros blanco de Torrejón de Ardoz.
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