viernes, 4 de abril de 2014

La Liebre por Felix Rodriguez De La Fuente 1ª Parte

Amigos galgueros, todos sabemos que la gran protagonista de nuestro deporte es la liebre, sin ella no seria posible la caza con galgos. A continuación voy a dejar por partes (ya que es muy largo) el estudio que hizo sobre ella el gran Felix Rodriguez De La Fuente, hace más de 35 años. La verdad que es muy interesante, sobre todo por la de años que hace que está escrito.



La liebre parece acomodarse a los más diversos medios : desde las inhóspitas dunas costeras hasta los verdes prados alpinos, a más de mil metros de altura : desde el intrincado y brumoso hayedo del norte de España hasta el áspero y pedregoso bosque de sabinas en los páramos de Castilla. Pero donde la liebre se encuentra auténticamente en su elemento, donde reina indiscutiblemente,es en los grandes espacios abiertos, en las estepas manchegas, en las inmensidades de la Tierra de Campos, allí donde la vista no encuentra ningún obstáculo hasta el horizonte. No falta tampoco en las zonas pantanosas. Así, en Doñana, cuando el ardiente sol de verano reduce la marisma a una gran extensión llana y reseca, las liebres ven ampliados sus territorios de campeo hasta que, en el otoño, las primeras lluvias vuelven a inundar y llenar de vida la marisma.

La liebre, junto con el conejo, pertenece al orden de los Lagomorfos, grupo de mamíferos de mediano o pequeño tamaño, con típico aspecto de roedor y cuatro incisivos superiores. De estos cuatro dientes, los dos centrales, muy grandes, ocultan a los dos laterales, que son muy pequeños y quedan en una posición muy retrasada.
Dentro de los lagoformos queda incluida la familia de los Lepóridos, a la que pertenecen la liebre y el conejo, y que se caracteriza por tener sus representantes tres molares en la mandíbula superior y las orejas muy desarrolladas.

La liebre europea (Lepus europaeus) vive en toda Europa, salvo al norte de Rusia, Escandinavia, Islandia, las tierras altas de Escocia, parte de la península Ibérica y Cerdeña. Presenta un pelaje rojizo mezclado de negro, algo más vivo en el pecho, en los flancos y en las patas, que son blancas en la cara interna, al igual que el vientre. Las orejas, gris claro por el exterior, quedan rematadas por una orla negra. La cola es oscura por encima y blanca por debajo y por los lados. Alcanza una longitud de 70 a 80 cm, cola incluida, y un peso de 4 a 5 kg.
Existen numerosas subespecies, con considerables variaciones geográficas. En el sur de su área de distribución tienen el pelo más corto, más rojo, orejas más largas y delgadas y menos velludas. En la Europa media presentan un pelaje espeso, más mezclado de blanco en invierno y orejas grandes y velludas. Las razas del nordeste tienen el pelaje muy espeso, resultan más grisáceas en verano y las orejas son menos largas y muy velludas. Estas liebres suelen ser las más grandes, pues llegan a alcanzar los 6 kg de peso.

En España vive la subespecie Lepus europaeus pyrenaicus, que ocupa el nordeste del país, desde la vertiente francesa de los Pirineos hasta el Ebro y desde el País Vasco hasta la costa de Cataluña. La liebre mediterranea (Lepus capensis) se encuentra en el resto de España al sur del Miño y el Ebro, desde estos ríos al Estrecho de Gibraltar y desde el Atlántico al Mediterráneo. También habita en las Islas Baleares y en Cerdeña. Las liebres mediterráneas resultan de menor tamaño que las europeas, oscilan entre los 50 y 60 cm incluida la cola, y su peso es de 1,5 a 2,5 kg. Sus orejas son tan largas que, dobladas, sobrepasan sobradamente el hocico.

Los pelos de la liebre son variegados, es decir, un mismo pelo presenta diferentes colores distribuidos en anillos. Las partes inferiores del cuerpo, de color pálido, tienen una borra gris muy clara. En los flancos sobresalen pelos muy largos, tiesos y blancos, con la base negruzca.
Las patas anteriores, de color ocráceo muy pálido, contrastan con las posteriores, de un rojo más vivo. Ambas extremidades presentan un pelaje blanco en su cara interna. Las plantas de los pies están cubiertas por una gruesa capa de pelos fuertes, elásticos y dirigidos hacia delante. Este pelo está más desarrollado debajo de los dedos. Aquí vierten unas glándulas sudorípadas, cuya secreción transmite a la huella del pie un olor característico. El vientre es enteramente blanco, al igual que la garganta.
En la cabeza, algo más oscura que el dorso, destaca una zona más pálida alrededor del ojo. Las orejas, de color gris claro por fuera, tienen la punta enteramente negra. La cola es negra por encima y blanca por los lados y por debajo.
Según el zoólogo inglés Petter, Lepus europaeus debe considerarse como una forma de Lepus capensis, pues esta última tiene una amplia repartición-Euroasia y África-y se adapta fácilmente a la diversidad de residencia ecológicas.

El tamaño de las orejas de la liebre le confiere gran sensibilidad de oído. Estos grandes pabellones auriculares, de gran movilidad, son comparables a las antenas de radar que, con sus movimientos en todas las direcciones del espacio,no dejan escapar ningún eco sonoro, permitiendo a la liebre captar hasta los ruidos más leves, como pueden ser el ligero paso del zorro o el lejano picado del águila real. A la extraordinaria delicadeza de su oído, la liebre une un olfato bien desarrollado, por lo que obtiene una información muy precisa del medio que la rodea.
El desarrollo de estos sentidos contrasta con la débil naturaleza de su vista. Sus ojos están desarrollados, pero su retina es rudimentaria y formada únicamente por bastones, como corresponde a un animal de vida nocturna. Estos ojos adoptan una posición lateralizada en la cabeza a fin de proporcionar el campo de visión más extenso posible.



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