martes, 21 de agosto de 2012

Recordando el Nacional de 1993 por Gregorio Herrero "Goyo"

La expectación que había por ver las liebres de madrigal era enorme. Todo el mundo quería saber si de verdad eran tan duras como las habíamos pintado los castellanos. El año antes, en la final del regional, el galgo zamorano Obus acompañado hasta donde pudo de la galga salmantina marcaron un crono de 06:20 en su última liebre.

La mañana del 8 de enero era muy fría y con una espesa niebla que no levantó en todo el día, recuerdo un autobús de aficionados cordobeses que habían venido a ver a su galgo Finito, no sabían si marcharse o hacer noche y quedarse para el día siguiente, al final se quedaron y disfrutaron de lo lindo con su galgo. La mañana del día 9 amanecía también con niebla y esto empezaba a ponerse ya muy feo. A las 3 de la tarde la niebla levantó y la mano se puso en marcha. Corrían en esta primera collera el Cordobés Finito y la Banderilla de Moura, aunque el corredero elegido no era el mejor de Madrigal ni mucho menos, la primera liebre ya nos avisó de como seria este campeonato, uno de los más duros de la historia. Cuando la liebre pasó al final de la carrera por el publico vimos a Banderilla en cabeza pero con la liebre muy larga y al Finito casi perdido en la carrera. La liebre quería más guerra pero sus rivales ya no podían más. 03:09 fue el tiempo y Finito se llevo el primer punto. Los aficionados cordobeses no se lo creían, aunque estaban contentos porque su galgo había ganado, habían visto a su galgo hundido y practicamente agotado. A mí que por naturaleza me gusta hablar de galgos me había pasado ese día y el anterior hablando y compartiendo viandas con ellos y les dije que no se preocuparan, que esto en Madrigal solía pasar. En la siguiente carrera, Banderilla empató, al día siguiente en la ultima y definitiva carrera que dio un tiempo de 02:15 Finito estuvo muy bien pero fue amonestado y se tuvo que ir para casa, sin duda un gran galgo este Finito. Destacaría de este nacional la rigurosidad de las amonestaciones, creo que la amonestación a Finito y la segunda amonestación a Legendaria sobraron.

El día de cuartos el día era distinto, hacia mucho aire y mucho frió, todo el mundo tenia ya favorita, Banderilla, Mulata, Legendaria.....pero, como suele ocurrir, el día fue muy duro. Banderilla se enfrentaba a la también cordobesa Montillana, tuvieron una jornada muy dura. La primera liebre de 21 segundos es nula. La segunda de 01:29 es punto de Banderilla, otras dos nulas de 43 y 45 segundos y ya a última hora de la tarde corrieron la quinta y definitiva liebre. Ese día había ido como es habitual con mi padre y él había llevado su caballo de nombre Furia y que hoy, 20 años después, lo sigue llevando de caza, como hacia tan malo mi padre no quiso montar después de comer y yo bajé a la mano. Era ya muy tarde y un aficionado de Zamora que iba delante mía cantó la liebre, yo la veía perfectamente. Unos que si era buena, otros que no y se acercó un hombre que iba con la galga de Moura y con aires sureños dijo : no la echéis que es pequeña y cheposa. Los pelos de la liebre no paraban de moverse con el aire y de verdad que tenia razón en lo de pequeña y cheposa. Al final se engalgó la liebre y de salida las dos perras la dominaron mucho. En la mano ya se oía eso de "ya os dije yo que era pequeña". El final de carrera yo no lo vi y no se pudo grabar pero lo cierto es que después de 04:04 ambas galgas se pararon y fueron descalificadas. Recuerdo las palabras de Fermin Bohorquez a Juan : "la galga Juan es muy buena, pero la liebre era mejor" una gran galga esta Banderilla que sin duda hizo méritos para estar en semifinales.

No quiero pasar por alto de estos cuartos el recital que nos dio Legendaria, como diría un amigo mio, el fenómeno de los fenómenos. Quien solo la haya visto en la cinta de fauna y deporte no habrá podido apreciar con claridad de lo que hablo. Después de 19 años me he hecho con una copia de un vídeo de vídeos cuellar que me ha regalado mi amigo Regino y ahí sí se aprecia todo lo que vimos en directo y también se ve que la segunda amonestación sobró.

Las semifinales como todos sabéis quedo un poco descafeinada al no tener Mulata rival y correr con exento, aunque las liebres de los exentos se lo pusieron muy difícil. En la otra semifinal las dos galgas llegaban muy castigadas y creo que Pachanga se ganó bien el pase a la final.

El día antes de la final, un tío mio que había vivido en Madrid y que no había visto un galgo en su vida me dice que le tengo que llevar a la final a Madrigal a ver a un amigo suyo de Carabanchel que juega todos los días la partida con él y que sabe que estará allí y quiere verle, os imagináis las ganas que tenia yo de pasarme la final con mi tío de perro faldero. Cuando llegamos al corredero y me presentó a su amigo resulta que era Don Antonio Pacheco, el presidente de la federación madrileña y que yo solo conocía de vista. Que tres días más buenos pasé con Don Antonio y mi tío, quien me lo iba a mi a decir, una gran persona Don Antonio.

La final con las dos galgas muy heridas era un cara o cruz, después del empate si ese mismo día se hubiera corrido el desempate creo que Pachanga hubiera sido campeona, después del descanso ganó la que tenia que ganar porque tenia más clase corriendo, para mí Mulata era una buena galga y justa vencedora, quizás no se ha hablado de ella lo que se merecía porque la figura de Legendaria acaparó todo el protagonismo.

No quiero terminar sin decir lo difícil que es hacer un buen campeonato, sin carpa, con la presentación de los galgos en el suelo del corredero, con la entrega de trofeos en el mismo corredero y con una simple mesa donde estaban los trofeos. Lo fácil que lo hicieron tanto el señor Camazon como el señor Larrazabal.






MUCHAS GRACIAS GOYO. ESTAS HISTORIAS SON LAS QUE HACEN AFICIÓN


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