viernes, 15 de julio de 2011

Los niños son el presente

Llevo muchos años de galguero, donde cada experiencia, tanto para bien o como para mal, me ha ayudado a crecer como persona. Mi capacidad como galguero es un espejo a mi forma de ser. Para mí, todo buen galguero, es sinónimo de ser buena persona, porque si no lo eres, ¿como vas hacer bueno con los galgos? Desgraciadamente todos los que tienen galgos (que yo no considero galguero), no son buenas personas, ¿como va hacer una buena persona aquel que roba, abandona o ahorca a un galgo?. Existe una tremenda diferencia entre ser galguero y tener galgos, pero por desgracia, también esta diferencia o no la ven o no la quieren ver ciertas personas que engloban protectoras, animalistas y todo aquel que va en contra de este colectivo. Antes me preocupaba, discutía, me irritaba cuando leía noticias en contra nuestra, cuando lees o escuchas cosas sin sentido, sin razonamiento, cuando nos critican, faltan al respeto o nos juzgan sin conocimiento (¿hacen esto las buenas personas?).....pero ya todo ha cambiado. Sinceramente, lo que digan o piensen de mí, (al considerarme galguero), me da exactamente igual. Si no entienden lo que significa ser galguero no es mi problema, sino el suyo. Si no saben lo equivocado que están es su problema. No voy a dejar de dormir porque cientos de personas no me comprendan. El problema de estas personas (no todos lógicamente), radica en su animalismo radical. Nada ha cambiado, ni lo hará. A mis 29 años y con más de 15 teniendo galgos en este sentido todo sigue igual, ¿qué pasa entonces?

Creo que nos equivocamos al intentar convencer a estas personas y a la sociedad en general. No están por la labor. Por la circunstancias que sean no colaboraran con nosotros. No les interesa, ya sea por negocio o simplemente porque no nos van a dar nunca la razón, ¿cual seria la solución? para mí, la clave de que todo empiece a cambiar está en los niños. Niños que se quedaban alucinados cuando me veían a mí y a mi amigo pasar con los galgos, donde se le iluminaba la cara de alegría, asombro o felicidad al ver los galgos correr. Ellos son amor, no conocen aún la maldad. Si a los niños de hoy le enseñamos lo que significa los valores de la naturaleza, el ser galguero, lo que es un galgo, el por qué hay malas personas que los roban, abandonan, etcétera, seguramente cuando sean grandes, al conocer desde dentro este mundo, tendrán la visión correcta que no tienen sociedad, ni protectoras,ni animalistas, incluso pueden que algunos sean galgueros y otros tengan una protectora, pero entonces sí iremos cogidos de la mano para erradicar todo el mal que sufre ante todo este bello animal que es el galgo.

Desde mi pequeño rincón de escritura, me gustaría que las federaciones se planteen esto, el hacer excursiones de niños a los campeonatos, a concursos morfológicos, el impartir charlas en colegios,¡se pueden hacer tantas cosas!

Tenemos que cambiar radicalmente, dejar de hacer las cosas que hemos estado haciendo hasta ahora y empezar a hacer cosas que nunca hemos hecho, quizás nos sorprendamos porque cuando uno se da cuenta de que algo no marcha, hay que rebelarse y arreglar las cosas,en cambio, lo que vemos es una queja eterna, una crítica eterna de lo que no marcha bien, ¡cambiemos!





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