28 de diciembre. Cuarto domingo de este mes. 8 de la mañana,
en pie, rezando para que no llueva o haya niebla como todos los domingos
anteriores. Con los perros en la furgoneta camino hacia el páramo con la
esperanza de que veamos liebres y por pedir, buenas carreras. El día empezaba
bien con un sol radiante y mis 4 perros
en collera. Este domingo salíamos solo mi padre, mi tío y yo. Normalmente salimos
con un par de amigos pero ellos decidieron ir al campo de abajo a caballo en el
cual puedes estar toda una mañana sin ver una liebre pero si la echas ves un
carreron. Arriba en el páramo hay más
liebres pero como mucho puedes llegar a ver unas 7 en un día pero no más.
Tras los preparativos empezamos a cazar, en la segunda mano nos salió una liebre larga
a unos 50 metros más o menos y empezó la desesperación como la mayoría de los
domingos y seguimos hasta acabar el barbecho y justo cuando estábamos para
empezar la tercera mano esa misma liebre se levantó y allí iban mis tres perras
detrás de una liebre de año y medio más o menos. Era la primera carrera oficial
de mi perra más pequeña `Lana´ con 8 meses que se hizo muy bien con la liebre a
escasos metros de ella y de `Inna´ de 21 meses y `Lola´ de 15 meses, que claro
para ellas era un juguete más pero que tras 2 minutos de carrera y tras varios
cortes a la liebre se las perdió en unas rascaviejas.
Seguimos maneando tierras y al acabar una mano nos paramos,
en trailla iban Lana-Lola-Teo (de 16 meses) a dos metro de mi ahí estaba en su
cama tranquilamente sin moverse una buena liebre que hasta que no di un paso no
salió y tiro para atrás,( lo más normal hubiera sido que tirara para
delante a los pinos). Esto hizo que la carrera durara más de 3 minutos liderada
por Lola ya que los otros dos son algo pequeños todavía pero no hubo suerte y
se les metió en los pinos.
Sobre las 11 de la mañana bajamos a almorzar al bar
comentando la buena mañana, que habiendo echado 2 liebres no nos podíamos
quejar ni pedir mucho más pero seguimos con la suerte y a la vuelta nos costó
un poco más dar con una liebre y fue una liebre larga levantada por un grupo de ciclistas que iban gritando y no fue tampoco
muy larga pero la única perra que la vio fue la que no estaba en trailla y
hasta que la solté pues la liebre voló. Con la rabia de esa liebre larga solo
esperábamos otra más para los perros y satisfechos. A los 15 minutos maneando
malamente un perdido salió una liebre de debajo de una rascavieja y un mal
entendido entre nosotros hicimos que salieran los 4 perros detrás de ella,
preocupados por ellos porque se metió en una tierra de pinos recién plantados y
la esperanza de que salieran todos sin lesiones cuando les vimos salir los 4
liderada por Inna y Lola. Cada vez la alejaban más de los pinos y cada vez más
cerca. La mala suerte fue que otros galgueros conocidos echaron también una
liebre pero se les perdió y se juntaron sus 3 perros a nuestra liebre. Una
locura que hizo que la liebre se les fuera a los pinos sin recompensa. Y esta
tercera liebre fue la decisión que había sido una buena mañana y que los perros
habían dado todo de su parte y ya estaba bien por hoy.
Gracias a mi querido Juanca por enseñar lo que es un día de
caza en Tierra de Campos (Palencia) que hace mucho que me lo pidió y estaba
esperando a que fuera un buen día porque la mayoría de los días son
desesperantes ya no solo para nosotros sino también para los perros y aunque la
mayoría de los días te vayas a casa sin liebre el pensamiento es positivo ya
que si no la matas estan para otro domingo por la escasez de estas.