lunes, 22 de octubre de 2012

Un día de caza con Saúl e Ivan

Como este fin de semana no cazamos en el coto y hemos decidido no ir aún a Trebujena porque no nos aseguraban el correr los perros, decidí acompañar a los hermanos Saúl e Iván a una jornada de caza en el magnifico coto de Mejillan.

Antes de las 7 había quedado con Saúl, y cuando lo vi le comente que ya había sacado a los míos y estuvimos hablando de que cada vez está uno más cansado de tener perros, de lo que cuesta sacar uno bueno.....de lo que siempre se habla cuando hay temas galgueros de por medio.

Eran poco más de las 7 cuando fuimos a recoger a su hermano y a los perros, compramos un bocadillo, desayunamos y nos fuimos al coto....
Empezamos a las 08:55 pero paramos enseguida porque aún "pegaba" el terreno. A las 09:20 comenzamos la jornada, nada más empezar dije "mira que cama" había un lindo conejito dentro que salió por patas al verme la cara.
La mañana no empezaba mal, salieron dos liebres juntas, en la primera suelta una de las galgas no la ve, la otra corrieron bien, al rato aparece la perra con la liebre, la llevaba bien pero....¡se paró!, fue una carrera de 4 minutos o más seguro. Luego volvieron a salir otras dos juntas, en la quinta le quiso dar más distancia de la cuenta el que soltaba y la liebre se desaprovechó. Luego era turno para mis amigos con su perro hijo del Guapo, con 4 temporadas ya y una hija de él. En carrera de 01:17 la cachorra no me gustó porque no entró en carrera en ningún momento. La liebre corrió a tirones, cuando le llegaba el perro abría distancia, pero en cuanto la dominó un poco le dio muerte.

Pues hasta aquí un día bueno de caza hasta que se cambió de zona. Lo que vino después no lo había vivido nunca, porque en este maravilloso llano de la foto no había liebres y la verdad que pagar más de mil euros, para ver 18 liebres en 6 horas.....da mucho que pensar,¡que estamos aún en octubre!. Ayer mismo conté en el campeonato local de Mairena 20 liebres en dos horas y poco, y sí, me dicen que aquella no es la mejor zona de liebres, que las otras cuerdas corrieron bien, yo solo se que acabé con dolor de tobillo y con calambres en los pies. Mi amigo me dijo varias veces que me parara, pero soy cabezón y seguí hasta que se acabó a las 15:30. Sobre las 15:00 volvió a correr el perro con otra hija suya y en carrera de 02:11 el macho colorado me gustó, primero porque está fuera de forma y segundo porque llegó bien a liebre, aunque al final de carrera se vino abajo, era normal, el perro tenía que respirar, hubiera sido un buen momento para ver si su hija hubiera sido capaz de llegar a liebre, pero ésta se metió en su sitio para salvar su vida, antes estuvo bien, porque cuando se colocaba llegaba a liebre, pero cuando hacia tiro la rabona siempre iba el perro...



Era la última liebre que quedaba y lo más parecido a un orgasmo que he tenido este fin de semana fue el bocadillo de salchichón que me comí acompañado de una coca cola después de esta dura jornada.....¡saludos!

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